En un lugar del ciberespacio cuyo nombre es
impronunciable, hace diez años publicaron los 140 caracteres que cambiarían el
paradigma de la comunicación. Seguro que os suena, no sólo por el famoso inicio
sino porque formaréis parte de esos más de 320 millones de usuarios.
Hablamos de Twitter, la famosa red social que
nos ayudó a automatizar nuestros dedos para escribir la famosa arroba y que nos
familiarizó con palabras como hashtag o trending topic.
El cofundador de esta plataforma, Jack
Dorsey, lanzó el primer tweet de ensayo el 21 de marzo de 2006 y desde aquel
¡Hola Twitter!, miles de millones de pajaritos han rondado por la web con el
único objetivo de expresar nuestra opinión.
Y si la moda también consiste en eso, en
expresar cómo nos sentimos o cómo pensamos a través de nuestra ropa, en los 140
caracteres se abría un mundo de posibilidades tanto para los diseñadores y
firmas así como los influencers, ego-bloggers, periodistas…. Todos tenían algo
que decir y que mejor que hacerlo a través de un canal que conectaba de forma
directa con los potenciales clientes, los más jóvenes, y en el que la
creatividad te convertía en lo más comentado del momento. Todo englobado bajo el hashtag
Outfit Of The Day (#OOTD).
Pioneras o algo más rezagadas, las firmas de
moda han ido introduciendo las nuevas tecnologías en sus estrategias de
comunicación. Gracias a Twitter, por ejemplo, empezamos a disfrutar y comentar
en directo las redcarpet de los Oscar o los Goya y empezaron a viralizarse
algunos de los diseños gracias a los memes (hay que decir que en ocasiones, muy
acertados). Los desfiles, las tendencias ya no sólo están en las revistas de
moda. Si echas un vistazo a tu timeline encontrarás que las semanas de la moda
ya no son sólo cosa de its-girls.
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| Este vestido de Rihanna fue protagonista de los memes más simpáticos. |
El fenómeno social que supuso Twitter también
queda reflejado en las campañas por la belleza real y las tallas grandes. En
esta plataforma se convirtieron en TT (trending topic por si eres de los
desconectados al pajarito) eslogan como #imnoangel o #plusisequal que
reivindicaban las mujeres con curvas y la lejanía que las marcas de moda
marcaban en este sentido. Incluso algunas de estas firmas tuvieron en cuenta
las redes sociales a la hora de tomar decisiones trascendentales en su día como
el cambio del logo de The GAP, que tras la lluvía de críticas dio marcha atrás.
Lo cierto es que a Twitter le crece la
competencia. Otras redes sociales como Facebook, Instagram, Pinterest, Snapchat
son la nueva obsesión de las firmas de moda. Pero ahí sigue, batallando,
buscando la inmediatez, la interacción y el ingenio de aquellos que se arriesgan
a mostrar lo que piensan en poco menos de tres líneas.
Y yo, en este post, me he pasado de
caracteres.
