¿Las uvas de la suerte?

9:00:00

Tras la duodécima uva seguía creyendo que el hombre de mis sueños aparecería esa noche en medio del cotillón librándome de la cola del baño. O que esa llamada inesperada sería para cubrir el puesto de realizador en Canal Sur tras el desastre. Pero no, nada de esto ha pasado.  Empezando porque no llegué ni a la tercera uva, con estas expectativas nadie auguraba un año como este 2015.

Adiós a los propósitos, los pronósticos y todo lo que tenía pensado para estos doce meses que hoy acaban. De nada ha servido porque todo, reitero, todo ha sido mucho más. 

Escribiendo esta entrada, pensaba en contaros cuál ha sido la clave para conseguir esto, qué ritual oscuro y macabro he llevado a cabo para que este balance del año supere con creces el que imaginaba minutos después de aquellas malditas campanadas. Pero no lo tengo.

Sólo os diré que hagáis lo que realmente os gusta, aquello con lo que morís de amor cada mañana; que luchéis por vuestros sueños sean los que sean (dice Mr. Wonderful que lo imposible sólo tarda un poco más); que no dejéis de ser o de vestiros como queráis por el qué dirán; que perdonéis las veces que creáis convenientes y que dejéis marchar a aquellos que nunca os valoraron lo suficiente. Que riais mucho, y que os rodeéis de personas que sumen en vuestras vidas. Que frenéis y miréis a vuestro alrededor, valorando todo aquello que tenéis con especial atención en las cosas que no son materiales. 

Que a la felicidad también se llega sabiendo qué es lo que uno no quiere. Y aplicando la filosofía despeinada. Como no.


¡Feliz 2016!





You Might Also Like

0 comentarios

Sígueme en Facebook

Sígueme en Instagram

Twitter

Subscribe