“ Por muy perdido que te encuentres nunca pierdas la confianza en ti mismo. Ahí esta la clave.” Esto lo escribí en mi twitter personal hace unos cuatro días porque hay momentos en los que las situaciones pueden con nosotros y no podemos evitar decaer en nuestro proyecto. ¿Pero que seríamos sin esos pequeños momentos de flaqueza? Son las debilidades las causantes de...
Llega el día en el que
te das cuenta de que la vida te premia con momentos. Parece una
tontería pero es cierto. No te trae un cambio radical, ni una
situación nueva para ti, ni siquiera a una persona que los provoque.
Simplemente te premia con detalles, con cosas pequeñas, acciones que
no esperabas y que te sacan la mejor de las sonrisas. No es necesario
que cambies en nada. Ocurre en tu día a día, con las personas
cercanas, sin que tú hagas el más mínimo esfuerzo.
Y cuando suceden es
inevitable sentirte realmente afortunado por ese premio. De repente
te da igual lo que haya sucedido hasta ese instante, te sientes
feliz. Cuando ocurran, no dudes en exprimirlas al máximo. Sé
egoísta por una vez, y disfruta porque llegó tu momento. Puede que
ocurra alguna vez más, o puede que no. Puede que se convierta en una
rutina o que acabe en un segundo.
Por eso, no lo pienses.
Disfrútalo cada vez que suceda, como la primera vez. Déjate llevar
y sonríe una y otra vez como muestra de agradecimiento. Esos
momentos son los que colman tu vida de felicidad y hoy estoy
agradecida por recibirlos.
:))
