DÃa D, hora H y aparece ella. Creo que nunca antes la habÃa visto tan nÃtida, tan de cerca. O es que nunca la habÃa sentido tan mÃa. En aquel momento era nuestra, sólo momentáneamente, porque sabÃamos que aquello terminarÃa antes de lo que a mà me hubiera gustado. Pasó tan rápido, fue tan intenso que ahora apenas recuerdo detalles. Pero supe reconocerla....